Historia de “La Chiquita”
Las tradicionales Chalupas Poblanas nacen en el paseo de San Francisco, en la ciudad de Puebla.
La historia dio comienzo en 1896 en las riberas del río San Francisco, en donde la señora Francisca Hernández, bajo la sombra de los árboles, elaboró unas pequeñas tortillas de maíz, hechas a mano bañadas en salsas verde y roja; mismas que acompañó con un poco de manteca y cebolla picada. Su preparación desprendía un contagioso olor que, hasta el día de hoy, sigue cautivando a los comensales de La Chiquita. El restaurante comenzó vendiendo estos deliciosos antojitos en una mesa de madera en la calle. Después, La Chiquita se trasladó a un kiosko y posteriormente, gracias a la construcción de la carretera México-Puebla, fue posible establecer un restaurante en nuestra actual ubicación. La aceptación de este delicioso antojito mexicano es una tradición que aún perdura en “La Chiquita” después de cinco generaciones y más de un siglo.
La chalupa poblana consiste en una pequeña tortilla frita hecha a mano la cual es cocida en aceite o manteca bañada en salsa verde o roja, ademas de pollo, carne de cerdo o res deshebrada y cebolla. La especialidad de La Chiquita son las chalupas mixtas; estas son hechas con salsa verde, roja, chipotle y mole poblano.
Las Chalupas
"Somos un establecimiento del centenario"
Francisca Hernández e hija